El futuro será sostenible o no será. La digitalización como oportunidad

Google es siempre un buen barómetro para saber qué informaciones y temas están en la órbita de la actualidad. La búsqueda de la frase ‘El futuro será sostenible o no será’ devuelve cerca de 53 millones de resultados. Así que parece que la cuestión preocupa, y mucho.

Si realizamos una búsqueda con los términos “digitalización” y “transformación digital”, encontramos 11 y 90 millones de impactos, respectivamente. Hay interés en torno a estos temas.

Está claro que nuestro modelo de producción y consumo tiene consecuencias en el medio ambiente. Pero no es menos cierto, que las nuevas tecnologías, a través de la digitalización y su capacidad de optimización, nos sitúan ante una nueva realidad en la que el entorno digital aplicado a múltiples sectores puede contribuir a la sostenibilidad del planeta.

Concretamente, en el sector del transporte o la movilidad, como preferimos decir ahora, tiene un peso muy importante a la hora de diseñar estrategias y acciones que promuevan el desarrollo sostenible.

Para que nos hagamos una idea de los volúmenes de viajeros y de mercancías que estamos hablando, tan solo unos datos.

Según un informe del Eurostat, en 2017 más de 9.600 millones de viajeros se desplazaron por las redes ferroviarias nacionales de la UE.

En el informe “Transporte de mercancías por ferrocarril en la UE: todavía no avanza por la buena vía” del Tribunal de Cuentas Europeo, se recoge que, en los últimos años, el volumen del transporte interior de mercancías en la UE (carretera, ferrocarril y vías navegables interiores) se estabilizó en unos 2,3 billones de toneladas-kilómetro al año, de los cuales, un 75 % corresponde aproximadamente a las carreteras.

Con el objetivo de fomentar unos medios de transporte más eficientes y sostenibles, y en particular del transporte por ferrocarril, en 2011 la UE estableció el objetivo de intentar transferir el transporte de mercancías por carretera a otros modos, como es el ferrocarril o la navegación fluvial. Desde esa fecha hasta el 2030, se harán esfuerzos para que el 30% del volumen de mercancías transportadas por carretera sean de esta manera, y para el 2050, llegar a más del 50 %.

En Ikusi llevamos tiempo abordando el reto de la movilidad sostenible, desarrollando proyectos de digitalización para diferentes sectores de actividad, también del ferroviario. Un sector en el que la aplicación de la tecnología está permitiendo maximizar el tiempo de operación de los trenes, es decir, su disponibilidad, reduciendo el número y duración de las paradas no planificadas. Todo ello está redundando en el servicio y la calidad del producto percibido por los clientes y usuarios del tren, al tiempo que se minimizan los costes de mantenimiento.

Hoy, además, contamos con los datos como aliados. Las nuevas herramientas tecnológicas permiten conocer en tiempo real el comportamiento de todos los sistemas que equipan los trenes de toda la flota en operación. Y, hacerlo con trenes que circulan a velocidades de centenas de km/hora.

Pronto estas capacidades se multiplicarán con el despliegue del 5G, el nuevo ancho de banda que expande la capacidad de procesamiento de datos y abre nuevas posibilidades, algunas que todavía no visualizamos. Estamos hablando de una movilidad cada vez más conectada que va a permitir avanzar hacia una movilidad cada vez más sostenible.

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