Trabajo remoto como oportunidad de negocio

El pasado 27 de julio Google anunciaba que extendía la posibilidad de trabajar desde casa hasta julio de 2021. La medida hasta ese día apuntaba al regreso de los trabajadores a la oficina a finales de 2020.

Una de las ‘grandes’ nos avanzaba que las consecuencias en el entorno laboral de la pandemia se podían alargar. Y ya se sabe, cuando las empresas de referencia toman decisiones, se sucede una cascada de actuaciones en el mismo sentido en organizaciones de todo tipo y condición.

Ya no estamos hablando de un experimento pasajero a nivel mundial, sino de una fórmula de trabajo que se ha incorporado a las estrategias corporativas de las empresas y que nos sitúa ante la posibilidad de reinventar la manera de trabajar y de hacer negocios. Estamos frente a un modelo que va mucho más allá de un mero cambio de ubicación y que nos reta a crear entornos de trabajo digital flexible.

Las ventajas del trabajo en remoto para las personas son múltiples. Mejoran las posibilidades de conciliación. En grandes urbes reducen sustancialmente los tiempos y gastos de desplazamiento, lo que redunda en una mejor calidad de vida personal y en el fomento de la sostenibilidad medioambiental.

Desde el punto de vista de las organizaciones, los estudios hablan de incrementos de la productividad o de la disminución de los gastos derivados del alquiler o compra de oficinas.  Y desde el punto de vista organizacional, el trabajo en remoto apela a un modelo más deslocalizado físicamente, pero con acceso a una red de profesionales globales e interconectados.

En esta aproximación básica al trabajo remoto como oportunidad de negocio emergen sus características más positivas. Pero el teletrabajo no está exento de desafíos. Entre los principales, contar con una buena conectividad, con herramientas de colaboración adecuadas y, por supuesto, con una red y unas comunicaciones seguras en un momento en el que buena parte de la organización trabaja desde casa y ya no está protegida por la red de la empresa.

En estos ámbitos, las empresas especializadas en redes de telecomunicaciones y TI tenemos mucho que aportar al negocio de nuestros clientes.

En Ikusi estamos viviendo muy de cerca este proceso ayudando a nuestros clientes a asegurar la integridad de su información, a prevenir eventos que atenten contra ella, y permitirles así beneficiarse al máximo de las oportunidades que suponen la automatización, la conectividad y también los servicios en la nube.

Por ello, en Ikusi estamos acompañando a nuestros clientes para que se adelanten a los retos de conectividad, colaboración y seguridad que plantea el trabajo remoto. Ya lo hacíamos antes de que se declarara la pandemia. Ahora hemos redoblado esfuerzos para ayudarles a transitar este camino de la nueva normalidad en el que el teletrabajo ha venido para quedarse y para convertirse en una herramienta al servicio de la eficiencia de las empresas.

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